Maria Paz Zambrano nos cuenta su experiencia en el Laboratorio de Investigación de Enfermedades Infecciosas
El día de hoy, Maria Paz Zambrano, estudiante de cuarto año de Farmacia y Bioquímica, nos cuenta sobre cómo logró ingresar al Laboratorio de Investigación de Enfermedades Infecciosas tras haber culminado su primer año de estudios.
Maria Paz Zambrano
El inicio
Maria Paz, nos comentó que ella ingresó a la universidad con la intención de enfocarse en toxicología, pero no fue hasta que asistió a un congreso científico en el verano del 2019 que áreas como biología molecular o enfermedades infecciosas le comenzaron a llamar la atención y que a la vez se enteró que estudiantes que se encontraban cursando los primeros años podían rotar en los Laboratorios de Investigación y Desarrollo (LID).
“Involucrarme, fue una decisión difícil. Ni siquiera sabía cómo contactar a un jefe de laboratorio. Tenía miedo que me vieran como menos, porque sólo había llevado cursos de primer año. A pesar de que muchos de mis compañeros me dijeron que esperara un año más, estaba tan emocionada que decidí enviar correos a los laboratorios de mi interés de todas maneras”, mencionó.
“La Dra. Verástegui me contestó, fue muy amable conmigo y me dijo que fuera al día siguiente para una entrevista en la sede de San Martín de Porres. Cuando llegué, me preguntó porque quería estar en el laboratorio y le comenté que quería aprender más sobre neurocisticercosis. Lamentablemente, en ese momento el laboratorio ya estaba lleno, pero me dijo que podía volver en un par de semanas para ser sombra de un estudiante de tesis”, señaló.
“Al volver, la Dra. Verástegui me había preparado un plan estratégico para rotar en varios laboratorios. Así fue como inició mi acercamiento a los temas que me atraen actualmente: parasitología y enfermedades infecciosas”, añadió.
Conociendo al laboratorio
El Laboratorio de Investigación de Enfermedades Infecciosas (N° 116, 117 y 118) se encarga de estudiar enfermedades desatendidas de este tipo, tales como la enfermedad de Chagas, neurocisticercosis y toxoplasmosis, que afectan principalmente a países en desarrollo.
Cuando le consultamos a Maria Paz sobre la existencia de un perfil para ser aceptado en el laboratorio, respondió lo siguiente:
“Tienes que ser comprometido y mostrar interés. Una cosa es ir 2 o 3 veces y luego desaparecer y otra que vayas la mayor cantidad de tiempo posible para aprender y adquirir el conocimiento necesario. El orden es un factor que tienes que tomar en cuenta, debido a que hay muchos trabajos sucediendo al mismo tiempo. Tienes que rotular tu material de trabajo y saber donde lo guardas. La Dra. Verástegui es muy buena, pero tú también debes poner de tu parte”, expresó.
Mi experiencia como rotante
“Llegaba a las 11:00 am y me quedaba aproximadamente hasta las 6:00 pm. Antes que nada, tenía que ordenar y limpiar mi espacio de trabajo, por lo que tenía que sacar todo el material que iba a necesitar”, expresó.
Mi día a día variaba dependiendo del laboratorio en el que me encontraba y de la duración de la actividad que tenía que hacer: en el de la Dra. Sheen, realizaba transformación bacteriana y electroforesis; en el de la Dra. Calderón, extracción de DNA y análisis de pruebas de sangre; en el de la Dra. Verástegui, hemocultivos y tinción inmunohistoquímica.
“Para mí, la experiencia fue alucinante. En el momento, no entendía muy bien la teoría, pero luego cuando lleve los cursos correspondientes logre profundizar en las técnicas que había aprendido en los laboratorios”, comentó. Además, Maria Paz mencionó que, a partir de su involucramiento, aprendió a tener un cuaderno con apuntes, a preguntar sin miedo, a buscar bibliografía, y a ser más ordenada.
Debido a la pandemia, la forma en la que trabajaban ha cambiado mucho. Para comenzar, el acceso es restringido y necesita solicitar un permiso, especificando el horario en el que va a estar en el laboratorio, para poder ingresar. Ahora, se reúnen por Zoom en el mismo horario que antes, 5:00 pm, para presentar y discutir sus avances.
Sin embargo, si bien los integrantes del laboratorio ya no interactúan como antes, el compañerismo se mantiene.
Prueba diagnóstica para la enfermedad de Chagas
Una vez completado el curso de parasitología, esta vez convencida de su afinidad por el área, se contactó con la Dra. Verástegui y volvió a ingresar al Laboratorio de Investigación de Enfermedades Infecciosas para hacer su tesis.
“Me pidió que antes de iniciar a desarrollarla tenía que volver a rotar en varios laboratorios relacionados para que pudiera aprender la mayor cantidad de técnicas posibles y así tener una formación completa”, comentó.
En la actualidad, se realiza una PCR para el diagnóstico de la enfermedad de Chagas. Lamentablemente, el proceso es costoso, requiere de una maquinaria específica y de un personal capacitado.
Potencialmente, su tesis se basaría en el proyecto que se está desarrollando en la actualidad para la estandarización de una prueba diagnóstica sencilla y económica para la enfermedad de Chagas utilizando LAMP, una prueba inmunológica, en conjunto con CRISPER, una herramienta genética. Se esperaría que tuviera una sensibilidad y eficacia mayor o igual al diagnóstico mediante PCR.
La exitosa implementación de un “kit portátil” que logre el diagnóstico de la enfermedad de Chagas significaría que personas podrían realizar la prueba por su cuenta y además se podría conseguir el diagnóstico durante las primeras etapas, lo cual permitirá un tratamiento temprano.
Rotar para aprender
«Roten, sobre todo durante sus primeros años. Absorbes conocimiento más rápido, prestas más atención a lo que hacen y también ganas experiencia. Cuando llegas a últimos años ya cuentas con el conocimiento teórico y ya no es tan impresionante. Agradezco a la Dra. Verástegui por incentivarme a rotar en varios laboratorios, porque si me hubiera quedado solo en uno, posiblemente hubiera aprendido bastante sobre ese laboratorio, pero no sobre las técnicas que los otros tenían por ofrecer. No tengan miedo. Si un jefe de laboratorio no les responde, contacten a otro. Eventualmente, uno les dirá que sí. No esperen que alguien les haga las cosas, tienen que lanzarse”, comentó.